Sebástien dit Voilá! (Alguna chica)

Estaba dando vueltas por todo el internado, tratando de recordar los lugares para no perderme con los distraída que soy. Claro, como siempre.. iba distraída, metida en mis pensamientos, pensando en cualquier tontería que me pasara por la mente en ese momento. Caminaba por los pasillos cuando vi el gimnasio abierto, entre, a lo mejor me caería bien hacer un poco de ejercicio. Suspire, cuando pasé por al lado de una mesa con un chico guapo, realmente guapo, jugando lo que parecía.. pocker? Escuché que me hablaba o quizás no era conmigo..
- Hmm, perdón? Me hablas a mí?- Le pregunté ofreciéndole una de mis más atractivas sonrisas.

Observé como se puso de pie y lo miré detenidamente, woow, realmente era guapo, demasiado.. Era todo lo que una chica quería, guapo, con una sonrisa perfecta y unos ojos.. que matan en verdad. Seguro era uno de esos típicos mujeriegos y.. otra vez me había desviado de lo que tenía que hacer, responderle.
- Encantada. -Más que encantada en verdad, pensé para mis adentros.- Klarissa Richards, ninguna intromisión, no te preocupes. - Sonreí nuevamente, intentando ser lo más amigable que pude.

Miraba como despeinaba sus cabellos, era tan.. atractivo.. Se acercó a mí tendiéndome la mano y no me pude negar a estrechársela, algo lo hacía irresistible.
- Ahh sí? Cuales son las formalidades de tu.. tierra? No creo que sean tan.. incómodas. -Seguía mirándolo un poco hipnotizada.- El placer es mío.
Sonreí de lado y miré para otro lugar, tratando de "deshipnotizarme", era bastante tonto, lo acaba de conocer. Volví la vista hacia él y me di cuenta de que había puesto una silla en mi dirección, resultó ser caballero también.
- Claro, gracias. -Caminé hacia la silla y me senté con delicadeza.

Me acomodé en la silla y pasé una mano por mi cabello intentando aplacarlo, hoy mis rizos estaban un poco.. alborotados.
- Mmm, interesante.. Es cierto puede ser incómodo si no conoces lo suficiente a la persona. -Le escuché decir Montecarlo, es decir que era de Mónaco, ese país lo había escuchado poco y cómo me llamaba la atención. Otra vez tonterías, debía concentrarme en Sebastien, me adentraba en mis pensamientos olvidándome por completo de responderle.
- Los Ángeles, California. Tú, de Mónaco, supongo? -Le dije agarrando mi collar y moviendo el corazoncito de un lado a otro, intentando parecer desinteresada.

Escuché decir Francia y mis ojos brillaron como nunca. - Francia? En serio? Es mi.. sueño ir algún día e ir a la torre Eiffel, y.. -Me quedaba corta con las palabras, en verdad era la ciudad que quería para vivir, suspiré para calmarme.-Y bueno, en fin, me encanta Francia.
Sentí sus manos rozar con mi cabello, no pude evitar sonreir y miré como se sentaba frente a mí.
- Y vengo al internado Black por.. abandono, rebeldía, bff en realidad estupideces. Mi tío estaba harto de cuidarme y no vio otra opción mas llamativa que dejarme aquí como interna.. -Rodeé los ojos, recordando a ese.. ser que tanto detestaba.

- Bueeno.. Francia en general es el sueño de cualquiera, yo creo. Sí que te sales de lo común. -Lo dije en casi un susurro, es que no era nada común un chico tan guapo, o no lo eran en Los Angeles..
Volví a agarrar el corazoncito, simplemente por hacer algo.. Subí la mirada hacia él y me di cuenta de que estaba muy, cómodo? No le presté mucha atención cuando volvió a hacer lo del cabello, no pude evitar soltar una carcajada. Luego de reirme me volví a acomodar en la silla.
- Por voluntad? Pero esa voluntad.. debe tener alguna razón por detrás o también puedo equivocarme? -Le miré atentamente a sus ojos de color tan peculiar.

Escuchaba atentamente toda su historia. Me quedé un poco en shock cuando dijo lo de su novia, eso debe haberle dolido inmensamente y lo sabía yo de sobra. Sin embargo seguía dudosa cuando respondió a mi duda, casi casi como si me hubiera leído el pensamiento.
- Ya sabía yo.. -Reí un poco, levantándome ya que comenzaba a entumecerme en la silla. Me estiré disimuladamente para no parecer maleducada y suspiré.- Tu razón es mucho mejor que la mía en verdad, que bueno que hayas tomado la iniciativa tú de venir a acá. -Le volví a ofrecer una de mis mejores sonrisas.
- Entonces la directora es tu amiga.. Todavía no he llegado a conocerla, pero por los pasillos dicen que es sumamente atractiva y otras cosas que en verdad ni les quise prestar atención a los chicos que las decían.. -Rodeé los ojos, los chicos a veces podían ser tan, tontos...Tomé un mechón de mi cabello y comencé a jugar con él.

- Sí bueno, cosas así dicen todos los chicos que se la pasan drogándose y otras cosas aquí. -Problemáticos, totalmente. Noté un tono de voz que sonaba a resignación pero de inmediato me mostró su sonrisa perfecta y no hice más nada que sonreirle de igual manera.
Sentí el contacto de su piel en mi mejilla y como siempre al instante me ruboricé, avergonzándome totalmente, como odiaba que me delatara tan fácil. Desvié la mira y tosí cambiando el tema..
- Ehh.. qué te parece el castillo? -Fue de lo primero que se me ocurrió hablar.

- Al parecer has tenido una vida agitada no? -El chico sonaba algo superficial, pero a la misma vez como si fuera algo que en realidad le hacía falta a su vida.
- Yo no puedo estar aburrida o consigo algo que hacer o me puedo volver loca. -Reí tontamente, era un comentario que ne verdad no hacía falta, pero bueno sólo por decir algo.. Salí de mis pensamientos cuando lo escuché decir mi nombre y lo miré. Dijo "una rubia de rizos"? Hablaba de mí, al parecer, de nuevo me sonrojé y le sonreí de lado.
- Ah, no te preocupes. -Agarré de nuevo un mechón de mi cabello jugando con él, será que mi expresión le había hecho creer que pensaba eso? En realidad.. creo que nunca lo vi así o sí?

El ambiente se tornó algo incómodo, bueno lo suficiente como para mirar por la ventana en búsqueda de algo.. interesante? Volteé de nuevo a mirarlo y noté que iba a decir algo pero se quedó callado, no me iba a quedar con la duda, sabía que quizás era algo que no quería decir o preguntar..
- Sebastien –Lo miré a los ojos nuevamente.- Qué ibas a decir? Con toda confianza puedes decir lo que quieras o preguntar. –Le sonreí , algo de él me hacía sacar mis mejores sonrisas. Entonces me preguntó que qué me gustaría hacer.
- Mmm, no sé, quizás sería bueno salir del gimnasio? –Reí, llevábamos ya casi dos horas ahí metidos.

- Qué clase de chica soy? Hmm, la que tú quieres que sea. –Sonreí pícara, mirándolo- Pero claro está que de aventuritas así como suelen buscar los chicos, ahí sí que NO voy con eso. –Dije, poniendo especial énfasis en el “no”, me parecia tan horrible las chicas que eran, por mas horrible que suene, "faciles".- Y en lo de distinta.. yo soy única. –Reí, ya que había sonado tan.. superficial, cosa que yo no era.
Entonces me tendió la mano, la que yo tomé de inmediato y caminé a su lado. De pronto llegamos a una piscina.– Totalmente de acuerdo, Sebástien, empezando porque puedo hacer esto.. –Caminé hacia el borde con él, llevándomelo casi arrastrado. Lo empujé a la piscina y comencé a reírme.

Entonces me agarró del tobillo y caí también junto a él quedando totalmente empapada y aún así seguía muerta de la risa cuando salí a la superficie. Lo miré frotandome los ojos y sonreí, como siempre. - Claro que podemos jugar los dos, la diversión siempre es mejor si viene con compañia incluída. -Me sumergí para arreglarme el cabello que lo tenía hecho un desastre después de haber caído en la piscina. Me di cuenta de lo helada que estaba. Salí a la superficie pero esta vez temblando del frío.
- Uyy que frío no? - Le dije frotandome los brazos.