Roaming Around // LIbre

En una de aquellos momentos sin nada que hacer, paseando por el castillo llegó a mi una delicada melodía que me cautivo. Como profesora de música saber que había alguien más en aquel internado interesado por aquel arte me removía la curiosidad.

Vagué por los pasillos que tan bien conocía hasta que al fin llegué a la zona de las habitaciones de los chicos ¿Sería un interno?
Caminé despacio intentando no hacer demasiado ruido con los tacones a la vez que la melodía cambiaba y ahora sonaba más animada, más rock... luego cambió de nuevo y simplemente escuché escalas a lo largo del teclado del que provenía la música.

LLegué al final del pasillo y pegué la oreja a la puerta asegurándome de que sí, era allí donde había escuchado la música que aún seguía sonando.
Sin ningún reparo, abrí la puerta y la cerré tras de mí, que los profesores anden por las habitaciones de alumnos no estaba muy bien visto.

Una vez dentro visualicé a un joven inclinado sobre un teclado eléctrico. Como esos tenía uno en mi cuarto también.
-Vaya... ¿Tenemos un joven músico entre nuestros internos?-comenté con voz suave y tranquila.

Al notar mi presencia, el joven dejó de tocar aquel intrumento y la última nota pulsada quedó en el aire hasta que acabó muriendo.
Con un aire despreocupado observé como despeinó sus cabellos dejándolos con una forma rebelde pero con un orden dentro del caos.

Acercándome hasta donde estaba con su teclado, lo repasé con mi vista de hielo desde aquella camiseta de los Stones hasta su mirada celeste también, muy brillante e expresiva.
-Vaya, veo que has hecho los deberes... ¿Cómo sabes que yo soy la petite de la familia? ¿Ya has tenido el placer de conocer a mi querida hermana Venus?-pregunté acariciando suavemente un par de teclas del órgano eléctrico sacándola una leve melodía que estaba en mi mente hace mucho tiempo ya y que con tiempo me sentaría para acabar de componer.

Hacía algo de frío en aquella ala del castillo y quizás andar por ahí con aquel escueto vestido que usaba como prenda para dormir no era buena idea, pero se iba tan cómoda. Con la tenue luz de la habitación, las trasparencias no se notaban mucho, solo cuando la luz de la mesita impactaba de lleno sobre mi cuerpo, entoces ahí quizás si se podría notar el culotte negro a juego con aquel sostén color noche mísmamente con detalles de encaje.

Sonreí de lado por su comentario y lo miré de reojo.
-¿Tanto parecido? Bueno, eso es halagador -sabía de la belleza salvaje de mi hermana y sí, teníamos aquellos mismos ojos felinos y celestes, pero ella era mucho más bella, lo admitía- Amigos ¿Eh? Estará contenta de tenerte por el castillo entonces.

https://www.youtube.com/watch?v=_RJQhe8LXOw
Me incliné un poco sobre el teclado y comencé a tocar evadiéndome por un instante.
-El insomnio es muy malo...-respondí moviendo mis dedos con agilidad.

Tenía toda la razón, yo era una persona muy nocturna y era de noche cuando solía revivir y salir como ahora a investigar un poco mi casa de nuevo, ahora remodelada.

Dejé que mis dedos continuaran sobre el teclado unos segundos más hasta salir de aquel pequeño trance y acabar con un acorde grave y quedarme en pie de nuevo recta mirándolo.
-Exacto, proferora de música. Alexandra Black-me presenté al completo y verlo con la guitarra me resultó agradable- Veo que al menos tengo un interno interesado por este arte, es un placer, ya que tus compañeros se limitan a aporrear las guitarras sin ton ni son y a tocar de arriba a abajo el piano con una simple escala... y eso me aburre.

Vagué por la habitación y me detuve en la pequeña ventana, observando los terrenos bañados solo por la luz de la Luna.
-La noche siempre es el mejor momento para pasarlo bien y componer, siempre lo he dicho-murmuré.